CIM Tax & Legal en Expansión analizando un tema conflictivo en la aplicación de los beneficios fiscales de la empresa familiar cuando hay un grupo de sociedades con la actividad de alquiler

El 12 de febrero, Expansión publicó el artículo “Las ayudas a empresas familiares dedicadas al alquiler llegan al Supremo” de David Casals, en el que se aborda un tema de gran relevancia para los grupos de sociedades de empresas familiares con actividad de alquiler.

Nuestro socio, Carlos Muñoz, explica para Expansión que el Tribunal Supremo (TS) ha admitido a trámite un recurso de casación y, por lo tanto, tendrá que resolver y sentar jurisprudencia sobre un tema bastante conflictivo para la aplicación de los beneficios fiscales de la empresa familiar.

Para que la actividad de arrendamiento de inmuebles sea considerada actividad económica, en sede del Impuesto sobre el Patrimonio (IP) e Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) estatal, la norma exige que la sociedad cuente con una persona contratada laboralmente a jornada completa para la gestión de dicha actividad. La interpretación de la Dirección General de Tributos siempre ha sido que tiene que haber una persona contratada en cada sociedad del grupo que se dedique a la actividad de arrendamiento.

En cambio, a partir de la reforma del Impuesto sobre Sociedades (IS), aplicable a partir de 2015, se permite, en sede de este impuesto que esta persona esté contratada por cualquier sociedad del grupo, esto es, que varias sociedades propietarias de inmuebles que se dedican al alquiler, con una única persona contratada a nivel de grupo, cumplan todas ellas la realización de una actividad económica.

Esperemos que el Tribunal haga una interpretación favorable al respecto, unificando la cuestión en todos los impuestos citados, lo que facilitaría la aplicación de los beneficios fiscales de la empresa familiar y conllevaría una racionalización de costes en estos tipos de estructura.

A continuación puedes leer el artículo completo:

Queremos agradecer a Expansión por confiar en nuestro análisis y a María Galán por su constante colaboración con el equipo de CIM.